Le compré a Laura unas mallas de Primark que son muy cómodas, pero les veía una pega: los botones son peligrosos para un bebé que se lo pone todo en la boca y que además es tan elástico que parece de goma. Además tampoco me gustaba demasiado el detalle del lacito.

Por eso lo quité todo, pero se quedó así de feo.
Solución: un poquito de fieltro.
1 comentario:
Qué fácil y qué bien queda!
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